Euskadi

La leyenda de Pasionaria no ha terminado

Gracias al libro de la doctora en Historia, María Jesús Cava Mesa, titulado “DOLORES IBARRURI 1895/1989. DE “LA DOLOROSA” A “LA PASIONARIA” ”, recorrimos anoche, en la sede bilbaína de Ezkerra-Berdeak, la dolorosa historia del siglo XX, trufadas de guerras, cárceles y represión.

Al inicio de lo que fue una conversación entre la autora y el periodista Julio Flor, nos situamos en 1977 en Bilbao. El año del regreso de Dolores Ibarruri del largo exilio de 38 años. En enero de 1977 se había producido el asesinato de los abogados de Atotxa. En abril de 1977 se legalizó el PCE. El 22 de mayo, Pasionaria, que llevaba apenas 9 días en España, daría en Bilbao su primer mitin ante miles de personas.

De 1977 iríamos hacia atrás en el tiempo. A 1895 en la Gallarta de las minas con mineros explotados, salarios de miseria, hambre y necesidad. De ahí surgiría el compromiso de una Dolores que, por falta de recursos económicos, no pudo estudiar Magisterio. Pero sí formarse de manera autodidacta como ferviente lectora que fue. Pero sí militar adquiriendo cada vez mayores compromisos.

No ha sido fácil para la autora de 16 libros realizar un estudio biográfico sobre Pasionaria, entre la mujer y el mito, de quien Santiago Carrillo contó que “la gente la tocaba como quien va a tocar a un santa”.

Hablamos de la importancia que tuvo en la vida de Pasionaria la Revolución rusa de 1917, de las huelgas que organizó en la zona minera vizcaína, de su militancia, de las cárceles que padeció, de su responsabilidad política en el PCE, de su representación política durante la II República española.

Y se volvieron a leer su discurso en la Cortes (en junio de 1936), un mes ante de la sublevación militar.

Y se preguntaron las claves históricas que deben tenerse en cuenta para entender a Dolores desde el siglo XXI, 29 años después de su muerte en 1989.

Recordamos sus célebres frases: “No pasarán” o “Antes morir de pie que vivir de rodillas”. La autora nos contó el papel tan importante que jugó en la Guerra Civil, animando a las tropas de la República. Y leímos su célebre discurso a las Brigadas Internacionales.

Volvimos a decir que la Republica perdió la guerra. Y vino la represión, la cárcel, el exilio. A Pasionaria le pilló la II Guerra Mundial cuando estaba exiliada en Moscú. Y es entonces, en 1942 cuando asume la dirección del PCE. “¡Qué años!”, daban ganas de decir ¡Qué vida! La de Pasionaria y tantos otros y otras.

Entonces recordamos sus alocuciones en Radio Pirenaica “la voz de la esperanza antifranquista”. Y aquello que dijo Pasionaria ante la muerte de Franco en esa Radio que se cerró en 1977.

Volvimos a 1977. Muy cerca de donde estuvimos ayer, tuvo lugar, en el mismo Bilbao, el primer mitin del regreso, donde Dolores habló con lágrimas en los ojos. Recordamos la felicitación de Fidel Castro por su 90 cumpleaños.

Y las palabras de Julio Anguita despidiendo a Dolores, llamándola madre, en Madrid. Parecía que Dolores se había ido para simpre. Pero la vasca universal, la revolucionaria, la que ha recibido homenajes en medio mundo, la que hoy es “un ejemplo para las nuevas generaciones sigue viva en el recuerdo, en el homenaje que es este nuevo libro a ella dedicado.

“Su leyenda no ha terminado”, dijo la doctora en Historia María Jesús Cava

Dolores había dicho al escritor André Sorel, que “moriría de pie” en la sexta planta de la Santísima Trinidad, en Madrid, en la sede del PCE “MIRANDO LAS ESTRELLAS. SERÁ DE NOCHE. Por unos instantes se habrá hecho el silencio”.

Ese silencio fue ayer luminoso. Gracias a María Jesús Cava Mesa tuvimos mucho más que silencio: Las palabras de una catedrática de Historia hablando de su paisana Dolores. Lo vivimos con pasión, porqué no decirlo, mirando la estrella, la luz de Pasionaria... Hay una oscuridad que aún debe ser superada con lucha, con lucha colectiva.