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LA IZQUIERDA alerta sobre el golpismo en Venezuela
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- Publicado: 17 Febrero 2014
El espacio de confluencia LA IZQUIERDA, formado por ocho formaciones políticas y sociales de distintos ámbitos autonómicos (Ezker Batua - Berdeak EB-B, Iniciativa Socialista de Izquierdas ISI, Nova Esquerda Galega NEG, Plataforma Ciudadana YA PCYA, Colectivo Red Verde de Extremadura CRV-Ex, Compromiso Socialista CS, Unión de la Izquierda Socialista de Aragón UISA, Madrid Socialista MaS, y Convergencia por Extremadura CEx.), más dos observadoras, denuncia una vez más los intentos de desestabilización política que se están llevando a cabo en Venezuela por parte de la oposición conservadora extremista, alentados y financiados por ciertas élites empresariales locales y transnacionales.
Recuerdan en LA IZQUIERDA que las tácticas desestabilizadoras que se están desplegando estos días en Venezuela siguen el esquema de anteriores intentonas, como las protagonizadas en abril de 2013 (tras la derrota electoral del candidato opositor Capriles) y en abril de 2002 (intento de golpe de Estado contra Hugo Chávez). También recuerdan en LA IZQUIERDA que no son nuevas estas tácticas de la derecha radical para generar tensión y caos en Latinoamérica siempre que hay gobiernos progresistas que cuentan con sólidos y mayoritarios apoyos ciudadanos. “Lo vimos recientemente en Ecuador y en Honduras y lo estamos viendo también en Argentina”, dicen en LA IZQUIERDA.
En esta coalición de partidos y movimientos socio-políticos que es LA IZQUIERDA piensan que el gran capital sigue recurriendo a tácticas de tensión y difamación para generar inestabilidad, miedo y alteración en las calles, desplegando para ello todos los recursos periodísticos y políticos a su alcance, con el objetivo de derrocar a los gobiernos incómodos que no se pliegan a los intereses y condiciones de ciertos grupos empresariales y financieros que siguen intentando condicionar el rumbo político y económico de países soberanos.
LA IZQUIERDA llama a la movilización permanente contra los recurrentes poderes fácticos que no han digerido la democracia y siguen pensando que el poder reside en sus consejos de administración y en sus cuentas de resultados.
