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La inolvidable herencia de Nelson Mandela
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- Publicado: 23 Diciembre 2013
Ante la repentina muerte de Nelson Mandela LA IZQUIERDA desea recordar la figura emblemática de un gran luchador por la libertad y el cambio social.
A la edad de 95 años, falleció Nelson Mandela, que seguirá siendo un gran referente para todos los revolucionarios, anti-racistas y comunistas de todo el mundo, opinamos desde LA IZQUIERDA. Nunca podremos olvidar a aquel insurrecto dirigente del Congreso Nacional Africano (ANC), que se convirtió en el impulsor fundamental de las movilizaciones populares sudafricanas contra la discriminación racial y el implacable régimen del apartheid.
LA IZQUIERDA opina que es preocupante que cientos de periodistas, comentaristas, locutores y corresponsales de la mayoría de medios de comunicación de todo el planeta ensalcen su figura dibujando una imagen deformada sobre su personalidad y su posición política e ideológica. LA IZQUIERDA piensa que, los aparatos ideológicos al servicio de las elites dominantes, han estado preparando durante años; y ahora nos lanzan con furibunda intensidad, ese sensiblero y distorsionado obituario sobre un Nelson Mandela místico y contemplativo, un perfil totalmente deturpado y descolorido donde lo único que destaca es su camisa estampada y su defensa de la paz. Para LA IZQUIERDA esa figura tenue de Nelson Mandela es solo un sucedáneo del verdadero revolucionario, agitador antirracista, insurrecto implacable y comunista convencido. Aparte de representar una inmensa pérdida, LA IZQUIERDA considera que el fallecimiento de Mandela debe encarnar el resurgimiento de su verdadera memoria plasmada en el imaginario colectivo, de todos sus logros y aciertos, de todo el potencial subversivo y transformador desplegado durante su dilatada vida.
Debemos inmortalizar el indestructible icono que representó, y todavía simboliza, aquel decidido líder negro que construyó un movimiento de masas y una organización político-militar para combatir al represivo aparato de Estado de aquel terrible régimen del apartheid. Sin embargo también debemos recordar a aquel maravilloso ser humano con una hermosa expresión de alegría dibujada en su rostro tras el triunfo de su lucha antirracista. Debemos tener siempre presente su combate incansable y abnegado contra el régimen del apartheid. Insistimos en todo esto porque muy poca atención se ha prestado al Mandela activista, al organizador perseverante, al miembro “leal y disciplinado” del Partido Comunista, al impulsor irreemplazable del Congreso Nacional Africano (CNA) y de otros movimientos insurgentes en los que él ejerció una gran influencia.
LA IZQUIERDA desea recordar que Nelson Mandela militó en el Partido Comunista y luchó codo con codo con otros comunistas de todas las razas. Siendo miembro de la organización juvenil del Congreso Nacional Africano, refutó las posiciones más moderadas y entreguistas de la organización y desafió a su masiva base planteándoles, luego de cada masacre de militantes y activistas negros, que el Congreso Nacional Africano (ANC) tenía que responder con idéntica furia a aquellos ataques de la policía y el ejército. Nelson Mandela llegó a liderar un grupo interno de su organización comprometido con la lucha armada, y viajó a otros países africanos en busca de apoyo económico y adiestramiento militar. Fue acusado de terrorista y encarcelado.
Consiguió pactar acuerdos con los líderes del apartheid; sin embargo censuró a su contraparte de negociaciones Frederik de Klerk. Apoyó la organización de las primeras elecciones democráticas de Sudáfrica, y concurrió como candidato a ellas. Todos los partidos democráticos fueron tolerados. Además tejió alianzas cosiendo diversos tapices sociales, raciales, políticos y tribales. Construyó acuerdos y compromisos estables con diversas capas y sectores de la sociedad sudafricana consiguiendo evitar una conflagración civil cruenta. Finalmente decidió no repetir, después de un solo mandato; una curiosidad en el continente africano.
Tras su muerte, LA IZQUIERDA declara que su generosa lucha por la libertad, su sacrificada entrega militante y su convencimiento y abnegación deben seguir inspirando a todos los antirracistas y revolucionarios del mundo entero.