Euskadi

Presentación en Gasteiz del último libro de poemas de Fátima Galia

“El pueblo saharaui va a seguir luchando, y yo haciendo poesía”

Presentación en Gasteiz del último libro de poemas de Fátima Galia

Una veintena de personas ha arropado esta tarde en Vitoria-Gasteiz a la poeta y periodista Fátima Galia M. Salem, que presentó su libro “La Dignidad una corona de oro”. La presentación estuvo a cargo de la periodista Amaia Goikoetxea. Trenzaron entre ambas una conversación –cual si fuera un programa de radio- en torno a una sala que llenó de haimas, sol, exilio, luchas y esperanzas varias contra el paro, los desahucios, los inmigrantes sin papeles. Y de Dignidad. En el centro cívico Iparralde-2 falló el micrófono y el cableado de la música. No falló la sinceridad ni la lírica de Fatma.

“En mi caso la poesía brota de la piel. Cuando lo he pasado mal te conviertes como nunca en el portavoz del pueblo. Diré más, mis versos ha sido escritos entre trapos y fregonas, con esa dignidad de una trabajadora”, confesó Fátima, para añadir que “el valor y la fuerza la adquirí del pueblo saharaui”.

Fatma Galia estuvo en Cuba estudiando periodismo. La presencia de Gabriel García Márquez en uno de los seminarios de periodismo de la isla, animándola a escribir, valorando sus escritos juveniles, la ha llevado a no dejar de escribir un libro tras otro en estos últimos veinte años que lleva en Euskadi.

En la conversación que Amaia y Fátima mantuvieron se abordó el abandono que la España colonial hizo del Sáhara Occidental. “Desde entonces, y ya vamos para cuarenta años, los gobiernos españoles nos han ido dando la espalda, uno tras otro. Cosa bien distinta es la hermandad del pueblo español, del pueblo vasco. Además del apoyo de Argelia y todas las ONG, los Amigos de la RASD y los amigos del pueblo saharaui”.

La poeta desveló que a cada una de las dificultades con las que se encuentra el pueblo (desempleo, injusticias, desahucios, exclusiones, violencia de género, etc), ella trata de contraponer un poema. “Cada vez nos dan menos y nos piden más. No sé, sigo creyendo en una justicia universal e independiente”.

Estuvieron presentes sus poemas. Los de su último libro, el de la Dignidad. Pero además habló de Bipartidismo político–“es una tortilla que le dan la vuelta, pero que está quemada por ambos lados-, de Los muros marroquíes de la vergüenza –“que nos hacen añorar aún más el Sahara Occidental que antes era un océano de libertad”-, de los nómadas –“aquellos aires del camino nos devuelven la esperanza”-, de las niñas y niños saharauis “que han pagado los platos rotos de la indiferencia de los poderosos”…

Y llegó el momento de hablar del Futuro. “Ante mis ojos veo una generación fuerte. Las mujeres saharauis hemos avanzado mucho. Hemos de confiar en el apoyo internacional. Lo merecemos. El apoyo de Francia, de Estados Unidos, de España. Y si no recibimos ese empujón –como después de 60 años se ha producido entre Cuba y USA-, si no lo recibimos, nosotros vamos a seguir luchando. Y yo haciendo una poesía por todas aquellas y aquellos que no pueden ni abrir la boca, como sucede en los territorios ocupados del Sahara Occidental”.

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