Euskadi
Más de cien personas se acercaron hasta la Sede de Ezkerra para visionar el documental "Pepe Mujica, la revolución tranquila"
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- Publicado: 13 Abril 2015
Ezkerra Berdeak celebró un año más el Día de la República mirando hacia el futuro. "Es la hora de la República". Tras cantar la Internacional en las calles de Bilbao, donde Andrea Uña habló de la necesidad "de un cambio republicano de hondo calado, que ofrezca una respuesta contundente a la crisis y a la estafa del Sistema", más de cien personas se acercaron hasta la Sede de Ezkerra para visionar el documental "Pepe Mujica, la revolución tranquila", que contaba con la presencia de sus directores, el poeta y periodista José Fernández de la Sota y el periodista Julio Flor.
Antes de la proyección del documental, Julio Flor recordó que "padecemos la podredumbre moral de una clase dirigente, con un rey que dejó de serlo cuando tuvo que pedir perdón por cazar elefantes (mientras cientos de miles de trabajadoras y trabajadores perdían su empleo). No olvidemos que cada año hay 40.000 millones de euros que se van por la alcantarilla de la corrupción, en un país que no tiene ese dinero para invertir en sanidad, en educación, en protección al desempleo..."
Fernández de la Sota, citando a Walt Whitman -cuando dijo que en sus libros no había sólo palabras, sino seres humanos-, indicó que en el Documental "veréis más que imágenes / veréis a un ser humano / fieramente humano", que se acerca a los problemas de la humanidad, que hace propuestas para el conjunto y la totalidad de los habitantes del planeta. "Un hombre que nos recuerda que la Naturaleza nos puso los ojos en la parte delantera de la cara, porque hay que seguir mirando para adelante... Hacia la tercera República española".
Durante el documental, con mirada republicana, escuchamos a Pepe Mujica diciendo que vamos todos en el mismo barco, "un barco que gira en el universo", que "hemos de luchar por conseguir una humanidad mejor", que "la vida no se puede desperdiciar", que "tenemos el reto de hacer cosas grandiosas por el mundo y los seres vivos de la Tierra", que "otra humanidad es necesaria", que "el amor que muerde, la vida y la libertad nos debieran hacer creer que todas y todos tenemos un destino común"...
Mientras se proyectaba el Documental, en absoluto silencio, se podían ver caras risueñas que disfrutaban con la cercanía de Pepe Mujica llenando la pantalla. El coloquio fue dinámico e intenso en intervenciones. No fueron tanto preguntas. La gente recibió los valores republicanos del ex presidente de Uruguay. Y valoró su ternura para decir las cosas. "Qué gran presidente sería para Europa, para cualquier país de Europa", dijo alguien. "Me recuerda a Mandela -dijo otro interviniente-. Con gente como Mujica se puede pensar en líderes para la humanidad".
Al finalizar el coloquio, una mujer se acercó a los directores del Documental para mostrar su entusiasmo con Pepe Mujica. "Es un gran ser humano, un filósofo, un sabio que se deja querer". Los periodistas le preguntaron si conocía desde hace tiempo a Mujica. "No lo conocía, pero ahora sí lo conozco. Es como haber estado una hora intensa con él en la cercanía".
Mientras decía esto la mujer, en los créditos finales del Documental sonaba la canción "11.000 millones de latidos", del uruguayo Jorge Drexler. "Estoy aquí de paso / Yo soy un pasajero / No quiero llevarme nada / Ni usar el mundo de cenicero".
Para finalizar, antes de brindar por la Tercera República, Andrea Uña leyó un poema de José Fernández de la Sota -que dedica a Mujica-. En sus últimas palabras el poema canta al viento: "Mejor tener solo cosas que nadie pueda quitarte". Que nadie pueda hacerlo, como cambiarse a uno mismo (más difícil que cambiar la sociedad, a veces). Cambiarse a uno, a una, para ser República. Como Pepe Mujica. Y revolución tranquila.