Euskadi
El independentismo sólo está creciendo por la izquierda
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- Publicado: 08 Marzo 2016
Parece contradictorio, pero el apoyo de la CUP no ha permitido en absoluto que haya un gobierno conservador y de derechas. Ha sido al revés. Nos hemos convertido en la punta de lanza que no va a permitir que un gobierno de derechas despliegue sus políticas neoliberales. Vamos a utilizar a la burguesía catalana para que el proceso independentista siga adelante contra un Estado que es el mayor instrumento de clase que existe”, así de rotundo se ha expresado en la sede de Ezkerra-Berdeak (en Bilbao) Edgar Fernández, concejal de la CUP en Reus, donde la CUP es la segunda fuerza política.
Los dos miembros del Consejo Nacional de la CUP, Laia Santís y Edgar Fernández han ofrecido esta mañana una charla titulada “Cataluña. Y sin embargo se mueve”, en la sede de Ezkerra-Berdeak en Bilbao, presentados por el periodista Julio Flor. En una mañana lluviosa y desapacible, alrededor de unas cincuenta personas han escuchado y participado con sus preguntas y reflexiones.
“Se nos ofrecía un acuerdo muy débil, con Artur Mas como President. Cuando Artur Mas y su partido representan la cara de la corrupción, los recortes, la cara neoliberal de Cataluña. No podíamos poner a un President de esas características, cuando el independentismo sólo está creciendo por la izquierda. Al vetar a Mas, la CUP demostró que no se le podía tutear ni menospreciar, ni por las actitudes de ‘Junts Pel Si’ ni por las presiones de los Medios. No estamos en política para tener más o menos diputados”.
“Fue en las últimas horas cuando Convergencia sacó la carta de Puigdemont, porque veían que en unas nuevas elecciones saldríamos todos castigados. Puigdemont es para nosotros la cara menos neoliberal y más independentista de Convergencia, resultando ser –como alcalde que era- una persona más accesible. Además de eso, la CUP tiene en su mano la sartén por el mango. No vamos a participar del circo, si es que lo quieren montar. Parece una contradicción, pero estamos en ese momento de permanecer en un Parlament en el que vamos a estar vigilando y presionando”.
Laia Santís y Egdar Fernández llevan militando en política desde los 14 años, y tienen 27 de edad. Recuerdan muy bien aquella época de la CUP en la que no querían participar en las Instituciones. “De hecho, la CUP sólo hacía política municipal”. Después llegarían sus dos campañas, la de “Independencia para cambiarlo todo” y “sin desobediencia no hay independencia”. Así han llegado a esta fase, tras su apoyo en la investidura a Puigdemont. ¿Para qué? “Se trata de avanzar en la creación de estructuras de Estado para hacer efectiva la separación de España en el momento en que lo decida el Parlament”.
Abundando en la idea de su independencia con respecto a Junts Pel Si, Edgar Fernández ha recordado que “de las tres importantes votaciones que hemos tenido en el Parlamento, dos hemos votado en contra del Junts Pel Sí.
Así que desde la desconfianza, desde la contradicción y un poco desde el miedo, este escenario es el que nos parece más sencillo de gestionar, a la vez que lo podemos utilizar –dependiendo de sus decisiones- para tensionar las contradicciones del Junts Pel Si y comprobar si lo que quieren es sólo un cambio económico favorable para seguir ganando ellos. Lo veremos. Y actuaremos en consecuencia”.
.- Hay gente que dentro y fuera de Cataluña, desde la izquierda, le cuesta entender vuestro apoyo a un gobierno conservador. Dudan que así se cambie la historia.
.-. Nosotros somos de clase trabajadora y culpamos a la derecha de nuestra pobreza. Por tanto, nunca vamos a estar sometidos a las políticas de derechas, sino al contrario. Lo que estamos haciendo es presionar para que desde un proceso de independencia, la clase trabajadora se emancipe y tenga los instrumentos para hacer un sociedad socialista, en cualquier caso más justa y al servicio de las clases populares.
.- ¿Las políticas de la CUP harán todo lo posible por garantizar ese vuelco que preconizaba el 15M “los de abajo contra los de arriba”.
.- La CUP no va a ser la muleta de quien nos oprime y nos explota, enviándonos a la miseria, a cambio de que ellos puedan conseguir riqueza. No lo vamos a ser en absoluto. Nuestra vocación es luchar por lo imposible. En esa trayectoria la independencia es un sentimiento de clase.