Euskadi

Gálvez reclama que las Juntas Generales pidan a Fomento que aplace las medidas de supresión de servicios de RENFE

Pide revertir las inversiones estatales a favor del tren convencional.

La portavoz de izquierdas en Juntas Generales de Álava, Nerea Gálvez, ha reclamado la defensa del ferrocarril público y pide al ministerio de Fomento que aplace las medidas de supresión de servicios iniciadas por Renfe operadora.

Gálvez justifica esta moción para su debate en Pleno, debido a su oposición al Plan de Supresión de trayectos y reducción de frecuencias de servicios regionales y de media distancia. “Un plan que Renfe está ejecutando "sin ninguna publicidad" para las personas afectadas, bajo la excusa de la rentabilidad”, ha manifestado.

En la moción, se pide al Gobierno estatal que apueste por el tren convencional y de cercanías y que priorice una mejora del servicio ferroviario y del transporte público en el ámbito cotidiano (urbano, de cercanías y regional), donde se producen el 80 por ciento de los desplazamientos de los ciudadanos.

Gálvez pretende que las Juntas Generales de Álava manifiesten la defensa del sentido de justicia distributiva que tiene el ferrocarril, "ya que toda la ciudadanía tiene derecho a una movilidad de calidad y segura, sin verse obligada al uso del coche particular por falta de ferrocarril".

Alsasua-Miranda

Esta iniciativa retoma una vieja reivindicación del grupo y solicita a Diputación y al Gobierno vasco que trabajen para lograr la plena recuperación del corredor ferroviario Alsasua-Miranda, ya que aduciendo "falta de demanda", el ministerio de Fomento está planteando recortes anuales en el servicio de trenes regionales de Renfe por un valor aproximado de 80 millones, que afectarían entre el 23 y el 50 por ciento de la oferta y más de 1.650.000 pasajeros anuales.

La formación de izquierdas ha denunciado que el ministerio pretende eliminar trenes con una ocupación media inferior al 15 por ciento de plazas, “sin estudiar la modificación del tamaño de los vagones”.

Renfe es el único de los grandes operadores ferroviarios europeos que no ha adquirido trenes pequeños para sus líneas de "débil" tráfico en los últimos años, al contrario, ha sustituido trenes de 56 plazas por otros de 190 plazas para cubrir relaciones que sólo funcionaban una o dos veces al día, como ha ocurrido en Álava, que para cambiar el tren de Miranda a Vitoria, proveniente de Madrid, le han adjudicado un vagón de 400 plazas en lugar de utilizar uno más pequeño.

La juntera de izquierdas ha recordado que desde este grupo ya se había apuntado que en este Territorio se venían realizando modificaciones "sustanciales" en los horarios de los trenes intercity entre Vitoria-Madrid, "retrasando y aumentando los tiempos de viaje".

Gálvez también ha subrayado que en el año 2010, el 83 por ciento del presupuesto ferroviario se destinó a la alta velocidad, mientras que el 17 por ciento al resto del ferrocarril. "El resultado es que un número reducido de personas disfruta de los mejores trenes de alta velocidad y un número elevado de quienes utilizan trenes regionales y media distancia abandonan poco a poco su uso por falta de servicio, horarios y precios asequibles", ha agregado.

Para Gálvez, la realidad indica que las líneas clasificadas como "ineficientes", cuando en realidad son "líneas no atendidas", y esto favorece el uso del coche particular.

En su opinión, el Plan de Racionalización de Servicios Ferroviarios de Media Distancia Convencional "únicamente plantea recortes, ninguna mejora de frecuencias". "Racionalizar sería cambiar trenes de sitio o de horario para captar más personas viajeras. Con estos recortes se estima un ahorro “ridículo”, ya que, con el dinero ahorrado, "únicamente se podrían pagar siete kilómetros de autopistas o de AVE".

"Es incoherente que debamos mantener y pagar las deudas de las autopistas de peajes privadas deficitarias o de aeropuertos sin aviones, y no apostar con el mismo esfuerzo por el mantenimiento del sistema ferroviario", ha añadido.

Gálvez ha denunciado finalmente que la propuesta del Gobierno estatal significaría la "mayor reducción del servicio ferroviario de los últimos 30 años, basada en recortes de servicios y desmesura en las infraestructuras".

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